Burgos en el
siglo XVI
Contexto
Burgos durante la primera mitad del siglo XVI es una urbe activa que se significa en el conjunto de las ciudades del reino de Castilla debido a su fuerte impronta mercantil. A lo largo de la centuria irá despojándose de su marcado carácter medieval para adaptarse de forma progresiva a nuevas necesidades, funciones y servicios propios de la entrada en la modernidad. La vieja ciudad, nacida en lo alto del cerro del castillo, se fue expandiendo hacía el llano superando el dogal de murallas que definió su espacio durante varios siglos, teniendo siempre como referencia el gran hito constituido por la imponente fábrica de su catedral, objeto de transformaciones e incorporaciones destacadas en esas décadas (construcción del cimborrio por Juan de Vallejo, de la capilla de la Presentación, la Escalera dorada, obra del genial Diego de Siloe, del coro o de la puerta de la Pellejería, entre otras). La Caput Castellae crece, se esponja y transciende el ámbito murado surgiendo construcciones tan destacadas como la del canónigo Miranda o la del diplomático al servicio del emperador don Íñigo Angulo, ambas extramuros en la denominada calle de la Calera. Son solo dos ejemplos del esplendor arquitectónico de ese periodo burgalés en el contexto renacentista. Al mismo tiempo los barrios altos, aquellos que surgieron a la vera de la vieja fortaleza languidecen, se deterioran, son abandonados por una población que quiere vivir en los nuevos espacios acondicionados en la ciudad llana y no en la encaramada a las laderas del cerro castillero.
La población de la ciudad de Burgos en el siglo XVI
Los censos del primer tercio del siglo XVI arrojan un número de vecinos de condición pechera aproximado a los 1.500, lo que vendría a suponer unos 6.000 habitantes. A estos habría que sumar los representantes del estamento nobiliario, con poco peso en la ciudad, y a los del estamento eclesiástico, mucho más numerosos, por la abundante presencia del clero secular (catedralicio y parroquial) así como la amplia representación del clero regular en forma de fundaciones masculinas y femeninas de numerosas órdenes religiosas (dominicos, franciscanos, mercedarios, agustinos, trinitarios, etc.). La prosperidad económica, ligada principalmente al comercio lanero, se tradujo en un crecimiento demográfico, como permite comprobar la información desprendida de la averiguación de alcabalas de 1561, en la que se registraron 4.385 vecinos. A partir del ultimo tercio del siglo XVI ese progreso se vio truncado, debido en gran medida a la crisis del sector que tanta riqueza reportó a la ciudad en las décadas anteriores y la población fue mermando, afectada también por las graves epidemias de peste de 1565 y 1598.
Título: Burgos. Vistas de ciudades. 1659
Fuente: IGN
Puertas de la ciudad de Burgos
El espacio urbano estaba definido por una muralla que contaba con una serie de puertas con personalidad y funciones propias. La de (1) San Martín es la más antigua de las que se conservan, denominada también “puerta Real” y “puerta Juradera”, ya que ante ella se hacía efectivo el juramento de los fueros, libertades y privilegios de la ciudad por parte del rey en su primera entrada solemne, tal y como hará Carlos V en 1520. La (2) puerta de la Judería, realizada en la muralla para facilitar el paso a la Aljama de Burgos. La de los (3) Tintes o del Hierro o de los Judíos, junto a la actual calle Ronda. La puerta de (4) Santa Águeda o de Barrantes. La de (5) Santa María, sede del poder municipal, del Regimiento, hasta el siglo XVIII, situada en el camino hacía el sur, hacía la corte de Madrid a partir de 1561. Esta puerta, a la que se accedía tras cruzar el puente homónimo sobre el río Arlanzón, se convirtió mediada la centuria en un retablo civil en homenaje al emperador Carlos V. En él se ensalzaban sus triunfos a los que se unían los de los más insignes héroes de la historia de Burgos y de Castilla (los jueces Laín Calvo y Nuño Rasura, los condes Fernán González y Diego Porcelos y el Cid). La (6) puerta de Carretas, que se situaba donde se trasladaron en el setecientos las Casas Consistoriales y que permitía la entrada de distintos productos para su venta en el Mercado Menor (actual Plaza Mayor), también escenario para la celebración de corridas de toros y juegos de cañas. La (7) puerta de San Pablo, que se encontraba frente al puente que lleva el mismo nombre y que comunicaba con el Mercado Mayor. El (8) arco de San Juan, que da la bienvenida al peregrino en el camino de Santiago, es el amplio recibidor de la ciudad en su parte oriental, formado por el conjunto de edificios de la iglesia parroquial de San Lesmes abad, patrón de la ciudad, el monasterio benedictino de San Juan y el hospital bajo la misma advocación construido en 1479 por Simón de Colonia y destruido por un incendio en 1949. La (9) puerta Margarita, la última que se abrió en el recinto murado, que se apoyaba en uno de los extremos en el Palacio de las Cuatro Torres perteneciente a la familia de los Brizuela. La (10) puerta de San Gil, también conocida por la “puerta de la Texada”, sirvió de prisión, como lo hicieron prácticamente todas en algún momento de su historia, además de cruzar por ellas las mercancías que venían del Cantábrico; al igual que por la (11) puerta de San Esteban, por donde entraba el pescado que se comía en la ciudad, siendo una de las ciudades de interior mejor abastecidas de este producto en todo el reino de Castilla por su fluida comunicación con los puertos del Cantábrico. (12) Puerta de las Corazas o Castillo. Puerta de las Corazas o Castillo
Mercaderes burgaleses
Pero si por algo destacó la ciudad de Burgos a finales del siglo XV fue por sus tratos comerciales con los centros más importantes europeos. Los Reyes Católicos, en 1494 promulgaron una Pragmática por la que refrendaban y establecían un marco legal con la institución del Real Consulado del Mar y Casa de la Contratación y Comercio de Burgos. A través de esta institución se llegó a un verdadero monopolio comercial con centro en esta ciudad y a cargo de mercaderes burgaleses que se establecieron por toda Europa. También se convirtió en la capital de los seguros sobre mercancías y los medios de transportes terrestres y marítimos y de finanzas. El Consulado tenía su sede en La Llana, y a él pertenecieron apellidos sin los que no se podría entender la historia de este periodo: los Polanco, Burgos, Soria, Salamanca, Frías, Gumiel, Maluenda, Gallo, Castro Mújica, Castillo Pesquera, Melgosa, Castro, Astudillo, Lerma, Quintanadueñas, etc. Estos personajes contribuyeron con la riqueza obtenida del comercio al ornato de la ciudad, gracias a sus casas-palacios o a la dotación de los templos de parroquias y conventos en forma de retablos, sepulcros, capillas funerarias y otros elementos artísticos propios del siglo de oro de la ciudad castellana.
Título: El recaudador de impuestos y su mujer (conocido como El cambista y su mujer)
Fuente: Museo del Prado
En este contexto tuvieron lugar las estancias y visitas burgalesas. El emperador fue testigo e impulsor de algunos de los cambios experimentados por la Caput Castellae y del esplendor que se respiraba durante esta época dorada de la ciudad de Burgos.
Bibliografía y recursos audiovisuales
- Señores, mercaderes y campesinos: la comarca de Burgos a fines de la edad media HILARIO CASADO ALONSO
- El Señorío de Burgos durante la baja edad media (1255-1508) (Juan Antonio Bonachía Hernando)
- Burgos en la Edad Media (Estepa, Carlos/ F. Ruiz, Teófilo/ A. Bonachía, J)
- Breve historia de Burgos (Fernando Ortega Barriuso)
- Burgos en el Camino de Santiago (Valdivielso Ausín, Braulio)
- Arquitectura civil del siglo XVI en Burgos (Alberto C. Ibáñez Pérez)
- La propiedad eclesiástica en la ciudad de Burgos en el siglo XV
- Burgos en la primera mitad del siglo XV
- Los espacios del poder en la ciudad medieval impresiones a partir de cuatro casos : León, Burgos, Ávila y Salamanca
Alberto C. Ibáñez Pérez, Arquitectura civil del siglo XVI en Burgos. Burgos, 1977, Caja de Ahorros Municipal de Burgos.
Alberto C. Ibáñez Pérez. Burgos y los burgaleses en el siglo XVI. Burgos, 1990, Excmo. Ayuntamiento de Burgos.
Organiza y promueve:

Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)

Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos (UCC+I)
Producido por:

Grupo de investigación sobre la Monarquía Hispánica: Guerra, Cultura, Sociedad y Expansión Ultramarina (GRUMHIS).
Con la colaboración de:

Esta actuación se encuadra en el Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa 2021-2023 (Plan TCUE), aprobado mediante Acuerdo 134/2021, de 9 de diciembre de la Junta de Castilla y León (BOCYL Nº 238 de 13 de diciembre de 2021), cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la Junta de Castilla y León.
Proyecto seleccionado en la IX Edición Convocatoria “Prueba Concepto” organizado por OTRI-Transferencia. Vic. de Investigación, Transferencia e Innovación.
Conectando Europa: Los itinerarios de la Monarquía Hispánica en los siglos XVI y XVII. ACRÓNIMO: “ITINEURO”